Pingüinos

Bueno, hace tiempo que no pasaba por aqui, dado que mi situación personal ha cambiado bastante desde la última vez que estuve.

Todo se puede resumir en lo siguiente: Me da igual lo que digan y puesto que esto no lo va a leer casi nadie lo diré tal y como lo pienso: Gracias a mi hermana de más allá de los Pirineos, he conseguido EL sueño: Ahora vivo en FRANCIA. Soy voluntaria en una ONG y aunque de primeras parece mucho trabajo espero y sé que todo irá mejor en unas semanas:

Me estoy habituando aún, no lo tengo todo pero si tengo lo que buscaba. Un poco de felicidad durante unos meses.

Es más, sinceramente no sé que haría sin esas personitas, es tener noticias de ellas y mi día cambia por completo. Es una conexión especial que ni siquiera sé como describir, en alguna otra vida tuvimos que ser hermanas o algo asi porque la conexión que tengo (o que yo considero tener, puesto que siempre me pasa, creo que me paso con lo de darle sentimientos a la gente) va más allá.

Hasta donde que incluso sin hablar con el simple hecho de ver un cuadradito (o círculo ya puestos) verde me emociona porque a miles  de kilométros mi amiga esta ahí, conmigo. Les contaría lo que fuera, les daría lo que quisieran e iría a donde me pidieran/propusieran por el simple placer de decirles « Hola » o pasar una hora con ellas. Oir sus voces me pone automáticamente la sonrisa en la cara y me da ganas de decir estupideces con el simple objetivo de hacerles reír porque eso me da tranquilidad, Paz.No veo el momento.

Si la pura definición de la palabra felicidad no es eso… no sé lo que será.

La otra cara de esta moneda es que el solo hecho de pensar que les pase algo me pone enferma, no me deja dormir e incluso me entristece. No espero que al otro lado sea igual (es más no lo creo en absoluto)

Y todo esto se lo debo a una beca y, como no, a la inmensa suerte que me puso en sus caminos e hizo que ellas me aceptaran como soy. Tengo varios amores y raro es el día en que no me acuerdo de ellas.

Os quiero, quiero preservaros tal y como sois, quiero hablar con vosotras y si no puedo quiero tener noticias vuestras. Me hacéis falta y nunca pensé que la amistad me pudiera dar esto.

Gracias por existir, por estar ahí y por haberme cambiado: de arriba a abajo

Gracias ranitas

Libération

Hace un par de días que el periodico « Libération » no deja de sorprenderme:Image

He aquí la primera de las portadas: « Pírate, millonario gilipollas »: En mi modesta opinión, y analizándola individualmente, creo que los periodistas de este diario han cruzado una línea, que dicho sea de paso nunca quedó muy clara para los que seguimos a este diario hace un tiempo.

Me explicaron que el periodismo « procuraba ser objetivo » y no tomar partido pero es la mentira más gorda que existe desde que me dijeron que Papa Noel cabia enterito por la chimenea (cegada) de la casa de campo de mis abuelos. Luego aprendes que, lo intentan algunos con más empeño que otros, o dicho de otro modo, los hay que esconden sus opiniones mejor que otros entre las páginas de cada publicación.

El tema es que Bernard Arnault, jefe del grupo Louis Vuitton – Moët Hennessy (LVMH) y por tanto el hombre más rico de Francia y el cuarto a nivel mundial ha decidido pedir la nacionalidad belga. ¿Qué significa esto? que quiere llevar sus asuntos con hacienda a Bélgica donde los impuestos a pagar son bastantes más bajos que en el hexágono, y más ahora que el señor Hollande se encuentra en medio de una cruzada contra las grandes rentas en el país.

Libé deja aqui muy clara dos cosas (si alguien no lo sabía aún): su ideología política y en mi opinión su falta de ética. Disfrazándola de riesgo informativo. No se debe permitir un uso de lenguaje vulgar en un media nacional, no solo por la degradación que acarrea para quien lo utiliza sino también porque este periódico llega a toda Francia y por ende a toda europa ya que los medios nacinales se conocen entre ellos. Este lenguaje y esta forma de actuar no combiene a la sociedad ya de por sí en decadencia.

Pero esto no acaba aqui puesto que hoy:

Image

« Bernard, si vuelves retiramos todo ».

 En mi caso es el colmo. parece un post-it, una nota entre compañeros que se enfadan, no una portada de un diario de tirada nacional si bien es cierto que habría que ver como esta tratado el tema en el interior del periódico.  Como no era de esperar, el señor Arnault ha denunciado a Libération por estas portadas.

Evidentemente ambas ediciones acabaran su tirada. Y lo peor de todo es que este revuelo podría quitarle relevancia al hecho informativo en favor de la fama momentanea del periódico.

¿Qué queréis?

Agosto 2012, 23 años

Llevo un año y medio buscando un trabajo/ocupación/alternancia/prácticas/forma de financiamiento propio en casa. NADA

Fuera, Nada y lo peor es que si pongo mi calificacion actual me dicen que tengo demasiado nivel para el trabajo. Si no lo pongo es que no tengo suficiente y no tengo experiencia. La gran multitud de emails se quedan sin respuesta y eso, poquito a poquito de manera lenta pero segura va minando mi moral, mi esperanza y mis ganas de vivir dicho en términos importantes.

Dentro de escasamente dos/tres semanas cumplo veinticuatro años y aún vivo con mi madre. Creédme, estoy deseando mudarme, deseando. Deseando encontrar un curro en el país de mis amores y mis entretelas que me permita volar lejos y… ¿No sé? VIVIR.

Se nos pedia ser despiertos, dispuestos, hablar idiomas, y espíritu europeo y nosotros como unos gilipollas redomados nos lo creímos y los seguimos y ahora estamos deseando trabajar y condenados a

a) no poder trabajar

b) como es mi caso, trabajar de cuando en cuando por unos propinillas que más que animarte, tienen el efecto contrario

Y yo me pregunto: somos seres humanos, es decir, nuestro periodo de vida es finito mientras que los puestos de trabajo como elementos materiales no lo son. Por consiguiente en el transcurso del ciclo natural de la vida deberían crearse puestos de trabajo para cubrir.

No es así ¿Por qué? No lo sé si lo supiera otro gallo me cantaría: enchufismo/ consanguineidad/ pereza/ impersonalidad… ¿ Dónde quedó el buen joven dispuesto que decía « Buenos días tengo 20 años y tengo ganas de trabajar, de contribuir, dígame qué puedo hacer » dónde se perdió el buen hacer? ¿El compañerismo? el « creemos en tí y te daremos una oportunidad, en ti esta aprovecharla

Lo peor de todo esto es que día tras día, rechazo tras rechazo, fracaso seguido de fracaso e impotencia a raudales yo voy perdiendo la fe en MI en que llegue a hacer algo bueno con mi vida incluso de que yo tenga algo que el resto de la masificada sociedad deshumanizada tenga. Algo en lo que sea buena y apreciada. Si alguien sabe de algo que me lo diga. De verdad, no quiero piropos, quiero verdades, ¡respuestas!

Salvo pudrirme aqui en un país que me odia y al que yo no siento como mio, dicen que son cosas que pasan cuando viajas y cuando te encanta viajar: empiezas a no sentirte a gusto en casa a sentirte de otro sitio, porque te fascine o porque no lo hayas descubierto por completo. Sea como fuere, empiezas a no tener raíces

Eso que yo veo como una ventaja y que al parecer, y tras lo pasado esta misma mañana parece ser que es el más gordo de mis defectos

En passant

Otra perla de Pérez-Reverte

Lo conoce mejor que a ella misma. O creía conocerlo, porque el joven silencioso y reservado que ahora vive en la casa le parece, en ocasiones, un extraño. El niño dejó de serlo hace tiempo. A veces, cuando está fuera, la madre se queda un rato en su habitación, callada, mirando los objetos, los libros –ella compró los primeros y los puso allí, soñando con el lector que alguna vez sería–, las fotos de amigos, de chicas. Las medallas que ganó en el colegio, tenaz, esforzado. Valiente como ella procuró enseñarle a ser. Con el ejemplo del padre: un buen hombre que nunca dice tres frases seguidas, pero que jamás faltó a su deber, ni hizo nada que no fuera honrado. Que educó al hijo con más ejemplos que palabras.

Inmóvil en la habitación, aspira su olor. Desde hace mucho es seco, masculino. Distinto del que tanto añora: aroma de cuerpecito menudo en pijama, olorcillo a carne tibia, casi a fiebre. A bebé y niño pequeño, que con el tiempo se desvanece y no regresa nunca. El crío que aparecía en la cama a medianoche con las mejillas húmedas, después de una pesadilla, para refugiarse a su lado, entre las sábanas. Quizá algún día recupere ese olor con un nieto, o una nieta. Con otro cuerpecito al que estrechar entre los brazos. Ojalá no esté demasiado mayor para entonces, piensa. Que aún tenga fuerza y salud para ocuparse de él, o de ella. Para disfrutarlos.

Libros. Hay muchos en la habitación, y jalonan veinticinco años de una vida. Infantiles, aventuras, viajes, textos escolares, materias universitarias, novela, ensayo, arte, historia. Desde niño, leyéndole cuentos e historietas, orientándolo con cautela, ella fue transmitiéndole el amor por la palabra escrita. La puerta maravillosa a mundos y vidas que acaban por multiplicar la propia: aspiraciones, sueños, anhelos cuajados en largas horas de lectura y templados en la imaginación. La intensidad de una mirada joven que explora el mundo en el descubrimiento de sí misma. Estos libros llevaron al muchacho a reconocerse entre los demás, a moverse con seguridad por el territorio exterior, a descubrir y planear un futuro. A estudiar una carrera bella y poco práctica, relacionada con la lengua, el pasado, el arte y la historia. A licenciarse en sueños maravillosos. En cultura y memoria.

Ahora ella, inquieta, se pregunta si hizo bien. Si la lucidez que estos libros dieron a su hijo no sirve más bien para atormentarlo. Lo sospecha al verlo salir de casa para entrevistas de trabajo de las que siempre vuelve hosco, derrotado. Cuando lo ve teclear en el ordenador buscando un resquicio imposible por donde introducirse y empezar una vida propia: la que soñó. Cuando lo ve callado, ausente, abrumado por el rechazo, la impotencia, la falta de esperanza que pronto sustituye, en su generación, a las ilusiones iniciales. Recuerda a los amigos que empezaron juntos la carrera animándose entre sí, dispuestos a comerse el mundo, a vivir lo que libros y juventud anunciaban gozosos. Cómo fueron desertando uno tras otro, desmotivados, hartos de profesores incompetentes o egoístas, de un sistema académico absurdo, injusto, estancado en sí mismo. De una universidad ajena a la realidad práctica, convertida en taifas de vanidades, incompetencia y desvergüenza. Pese a todo, su hijo aguantó hasta el final. Fue de los pocos: acabó los estudios. Licenciado en tal o cual. Un título. Una expectativa fugaz. Luego vino el choque con la realidad. La ausencia absoluta de oportunidades. El peregrinaje agotador en busca de trabajo. Los cientos de currículum enviados, el esfuerzo continuo e inútil. Y al fin, la resignación inevitable. El silencio. Tantas horas, días, años, de esfuerzo sin sentido. La urgencia de aferrarse a cualquier cosa. Hace una semana, cuando llenaba el formulario para solicitar un trabajo de dependiente en una tienda de ropa de marca, el consejo desolador de un amigo: «No pongas que tienes título universitario. Nadie emplea a gente que pueda causarle problemas».

Tocando los libros en sus estantes, la madre se pregunta si fue ella quien se equivocó. Si no tendría razón su marido al sostener que no está el mundo para chicos con sueños en la cabeza y libros bajo el brazo. Si al pretenderlo culto y lúcido no lo hizo diferente, vulnerable. Expuesto a la infelicidad, la barbarie, el frío intenso que hace afuera. Es entonces cuando, abriendo un libro al azar, encuentra unas líneas subrayadas –a lápiz y no con bolígrafo ni marcador, ella siempre insistió en eso desde que él era pequeño–: «En el mar puedes hacerlo todo bien, según las reglas, y aun así el mar te matará. Pero si eres buen marino, al menos sabrás dónde te encuentras en el momento de morir».

Se queda un instante con el libro abierto, pensativa. Releyendo esas líneas. Después lo cierra despacio, devolviéndolo a su lugar. Y sonríe mientras lo hace. Una sonrisa pensativa. Dulce. Tal vez no se equivocó por completo, concluye. O no tanto como cree. Puede que él forjara sus propias armas para sobrevivir, después de todo. Quizá mereció la pena.

Tras semejante obra maestra del artículo periodístico solo me queda añadir que ojalá me tropiece con otro que cuente el sentimiento del hijo como colofón final.

Enorme

Cuando Perez Reverte convierte tu sentimiento en un artículo

París de la Francia, a media tarde. Café con espejos art déco y graves camareros vestidos de negro con largos delantales blancos, de esos que hablan de usted a clientes que usan con ellos el mismo tratamiento. Estás allí sentado, un café en la mesa y un libro en las manos, entre gente que se trata con respeto y dice buenos días y por favor aunque no se conozca. Estás, como digo, relajado y feliz por hallarte a centenares de kilómetros del proceso de paz sin vencedores ni vencidos, del último pelotazo ladrillero, del diálogo de civilizaciones, del sexismo lingüístico, de la nación plurinacional marca Acme, de la demagogia galopante y de la maleducada puta que nos parió. Y de pronto, a tu espalda, suena una voz de idioma y tono de grosería inconfundible, dirigiéndose al camarero: «Oye, ¿hablas español?». Y mientras por el rabillo del ojo ves al camarero pasar de largo, despectivo, sin hacer caso al interpelador, cierras el libro y te dices, amargo, que como al Lord Jim de Conrad –Peter O’Toole en versión cinematográfica, con James Mason y Eli Walach­ haciendo de malos– los fantasmas del pasado te persiguen hasta cualquier puerto donde recales, por lejos que vayas. Y que la ordinariez maldita de ciertos compatriotas, o como se llamen ahora, no se borra ni con lejía.

Hay momentos de tan abrumadora evidencia que una desesperación negra te corta el resuello. Es verdad que el mundo cambia, y que la buena educación se rinde ante la uniforme marea de malos modos internacionales. Eso aporta, al simplificar las cosas, ventajas indudables en ciertos aspectos de la vida; pero entre quienes nacimos hace algún tiempo, leímos libros donde la gente todavía era capaz de matarse tratándose de usted, y fuimos criados por quienes aún conservaban maneras del siglo anterior, ciertas cosas son difíciles de encajar. Aquella tarde parisina de la que hablo, tras el café, entré en un estanco; y por el simple hecho de comprar una cajetilla de tabaco y un mechero tuve derecho a intercambiar dos «buenos días», un «por favor», un «señor», un «señora» y dos «gracias» con la estanquera, que me despidió con un rutinario «que tenga usted buen día». Y a ver cuándo, me dije al salir, iba yo a mantener ese diálogo en un estanco, o en una tienda, o en un banco, o en una oficina de la administración nacional –disculpen la anacrónica gilipollez– o autonómica de esta zafia España compadre de «oye, tú» que nos hemos fabricado, entre todos, a nuestra imagen y semejanza. Donde, a diferencia de otros lugares, si cedes el paso a una señora en una puerta, en una escalera o bajo el andamio de una calle, la presunta, en vez de dedicarte una sonrisa encantadora y decir «gracias», pasará mirándote con desconfianza, y hasta te empujará si hace falta, asegurándose de que a última hora no le estorbes el paso.

Y es que, aunque parezca residuo superfluo de tiempos rancios, hablar de usted a la gente, saludar al entrar en los sitios y despedirse al salir, dar las gracias y pedir las cosas por favor, obliga al interlocutor, o facilita otras cosas más profundas y complejas, que no voy a detallar ahora porque ni tengo espacio ni maldita la gana. Del mismo modo, la pérdida de todas esas fórmulas convencionales, automáticas, nos vuelve a todos, también automáticamente, más insolidarios, burdos, mezquinos y egoístas. Y no vale ampararse en lo de que en todas partes se cuecen habas. Hay habas y habas, y las que cocemos en España son tan ásperas que irritan el gaznate. ¿Imaginan a un periodista norteamericano, o a un francés, diciéndole a Bush, o a Chirac, «oye, presidente», en lugar de «señor presidente»? Lo echarían a patadas.

Lo malo no es sólo eso, sino que hasta la gente educada que viene de afuera pierde las maneras en contacto con nuestra grosera realidad nacional. Hace cosa de medio año me llamaba mucho la atención una cajera de Carrefour, inmigrante hispanoamericana, que era de una amabilidad extrema, y todo lo decía trufado de «por favor» y «gracias», incluido un delicioso «¿me regala su firma?» al entregar la factura, o te despedía diciendo «que usted lo pase bien». Me pregunté, al observarla, cuánto iba a durar aquello. Y les juro por el cetro de Ottokar que sólo seis meses después –harta, supongo, de hacer la panoli– no dice ya ni buenos días, trata a los clientes como a perros y entrega la factura como si se contuviera para no arrojártela a la cara. Es, al fin –enhorabuena–, una española más. Una inmigrante perfectamente integrada.

Don Reverte es usted un maestro

Retorno

No, no me he muerto simplemente decidí desaparecer y lo conseguí. Desaparecí gracias a unos y para perjuicio de otros muchos.

Durante este tiempo he tenido tiempo de recordar muchas cosas y tomar muchas decisiones con respecto a muchos campos como el de darle importancia a unas opiniones y olvidar otras. 

Es verano lo que implica que (como pasa en Navidad) todo el mundo esta feliz aunque aquí se quejen por el calor. Yo lo utilizo para buscar, buscar y buscar másters (Grenoble! con máster en periodismo cultural!) / oportunidades sin olvidar que el gran sueño esta ahí: al otro lado.

Varias amigas me acaban de decir que « el que siembra recoge » y voy a tener que empezar a creer que tarde o temprano sucederá aunque sea muy difícil 

Tu es si loin et si près de moi… Un jour j’y arriverai j’en suis sûre je suis trop têtue pour te laisser partir si facilement

 

Mientras tanto me voy preparando porque los J.O están aquí YA!

Hoy no

Hay días en los que estas enfadada con el mundo:

Enfadada por como caminas, pese a haber andado así toda tu vida

Molesta por tropezarte, aunque no puedes evitarlo

Disgustada por las actitudes ajenas, aquellas que normalmente no te llaman la atención

Herida por la indiferencia

Todo eso y más y por ello decides meterte en tu habitación, ver una buena serie y olvidarte del mundo. Y lo que es más importante: que el mundo se olvide de TI al menos hoy 

Ya mañana veremos pero en un estado tan maligno mejor estarse quieta en casa y dentro de nada volverás a ser tu al 100% porque no es solamente el ser también el animo y el entorno físico y personal que te cree cuando les hablas. Y esa facultad solo la tienen unas pocas personas que en mi caso estan muy alejadas… por poco tiempo ;).

Así se cura el alma

France 1 Europe 0 Spain -25

Mariano Rajoy and Spain have a due with François Hollande.

The French PM at first understimated by his Spanish homologue is now responsable of the european economical messure approved yesterday evening. It was surprisingly soft compare to what is taking place in other countries that has the same financial problems: Politicians who thought, act and governed over their posibilities (funny the only guarantee they had wasn’t something like experience or good relationships but a BMW instead).

This new socialist France, sipportive and really « european in that way has promoted this rescue « mouche »   (Sic Lluis Bassets) just to prove once again that she believes in Spain as an important european country wuth so much to say in europeans issues. United we stand.

It could be embarrasing having to accept this kind of help but we have no choice and just imagine what could have happened if Sarkozy wan the elections (once again MERCI)

This text is just the beginning of an article I have just read. Here you can read the whole thing (in Spanish) but still, in these few lines you can get the main subject.

http://blogs.elpais.com/aqui-paris/2012/06/rajoy-deberia-darle-las-gracias-a-hollande-hoy-mismo.html

La educación, o « lo que nos quieren vender »

Hace un par de días vi por primera vez en años una huelga de educación: Eso quiere decir que profesores de mi instituto decidieron no ir a trabajar a formar mentes como protesta contra las medidas que el Gobierno esta aplicando (algo que por cierto los canadienses también estan haciendo… curioso) entre las que estan:

1. El numero de alumnos en primaria sube de 25 a 30 y en secundaría de 30 a 36 (en mi instituto casi a 40): Si los desajustes de nivel ya son un problema preocupante dentro de la clase imaginad si en vez de haber 30 adolescentes mentalmente gobernados por impulsos hormonales hay 40… en otras palabras los ratios de fracaso escolar subirán, os lo digo yo.

2. Las medidas que afectan a la enseñanza superior son aun peores y antes de explicarlas dejaré claro algo: Yo no soy una alumna brillante pero trabajo, me dejo los cuernos trabajando para sacar las asignaturas y poder optar a la beca del Ministerio y mi matrícula nunca supero los 2€ de precio porque algo tenía que tener de « bueno » (sarcasmo!) ser discapacitada (y no me gusta nada el término) y tener dos hermanos. Aun así me manifiesto y hago huelga por la subida de mas de un 50% de los precios de matrícula.

Una de mis mejores amigas estudia ingeniería, carrera cara, se deja el culo a trabajar y aun asi se va a dejar la misma vida porque no solo le cuesta un riñón sino que también con el maravilloso plan Bolonia ahora esta obligada a ello… ¿Dónde quedó la libertad de estudio, la adaptabilidad…)Image

3. Carreras desaparecerán según la demanda: Increíble, a veces estudiantes que viven lejos de las universidades (como es mi caso) tienen poco donde elegir pero aun así había 2 opciones. Si esto se cumple no existirán esas dos opciones, las universidades se llenarán y la nota necesaria para entrar subirá lo que unido a todo lo anterior hará que la educación se convierta en un privilegio más que un derecho esencial para el espíritu humano.

Por eso y por mucho más esa foto es Sevilla, donde estudié, dónde me encerré durante varias noches y grité por una educación que curiosamente yo no recibiré pero que los que han venido y vendrán detrás de mí merecen.

Enfin

C’est fini. Ou pas…

En tout cas le changement est fait, lorsque tous les gouvernements tournent à droit le peuple français a choisi l’option la plus courageuse possible, et desórmais François Hollande est « Monsieur Le Président de la République.

Et pour cela je leur dis BRAVO, FÉLICITATIONS ils ont montré à l’Europe et notament,(puisqu’il faut dire la vérité) à l’Espagne 80% de participation je n’ai jamais vu ça ici,. Ils on dit « un autre chemin est possible » et ils l’ont dit à voix haute de presque tous les coins de l’hexagon.

On verra bien si cet élan continue pour les legislatives mais surtout dans les negotiations europénnes parce que Mme Merkel qui, d’ailleurs a été accusée par les médias espagnols d’être culpable de la situation economique espagnole (à mon avis c’est n’importe quoi mais c’est vrai que les pressions europpéennes ont influencé quand même un petit peu). Bref! Elle ne me semble pas lâcher prise par rapport au budget

Petite anécdote personelle:

Je n’ai pas eu beaucoup choses à fêter depuis looooooooongtemps alors moi, après avoir su le résultat, overture obligée d’une bière et… toast!

 

À la France 🙂